...Y es que no todo es fortaleza, valor y heroismo...en una guerra son muchas las heridas que se pueden recibir...unas son físicas y palpables, pero hay otras que sin hacer sangrar al soldado, puede llegar a doler más que un balazo, o incluso a acabar totalmente con el caracter más firme (la famosa "neurosis de guerra" o "fatiga de combate").
Aquí, sin llegar al extremo de ver hombres desquiciados o con el juicio perdido, sí que quiero mostrar el lado más humano del soldado (que normalmente suele ser el más vulnerable..), y quiero hacerlo con un brevísimo repaso por distintos conflictos de muy variadas épocas. Empezando por la guerra de Korea...
Un soldado se derrumba después de ver cómo abaten a un compañero...
Pasando por la de Vietnam..
De nuevo vemos a un soldado que ha tocado fondo...algo no demasiado dificil de ver en un conflicto en el que mandaban a jovenes y casi niños que no tenían ni idea de dónde se estaban metiendo..
También, y más cercano en el tiempo, nos encontramos con la fratricida guerra que estalló en la antigua Yugoslavia..
Este miliciano rompe a llorar después de tomar un pueblo...SU pueblo, del que tuvo que huir tiempo antes, y en el que tuvo que ver como acababan con toda su familia y con muchos de sus amigos..
Y finalmente, en nuestros días, la guerra de Irak..
Después de ayudar a evacuar a un compañero gravemente herido, este soldado se viene abajo.
Conclusión...los hombres sí lloran (incluidos los fieros soldados que van a combatir al frente).
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Adelante valiente, que no se diga...